El mensaje de Damián

Es muy difícil empezar a escribir estas palabras, pues son el mensaje de un mensajero sin voz, alguien que con sus acciones trajo un mensaje.

Damián José mi hijo de tan solo 18 días, luchó por su vida de una manera admirable.

Mientras muchos de nosotros no queremos ni levantarnos de la cama y maldecimos el lunes sin considerar que es un regalo, un día más. 

Mi pequeño gigante me enseñó que no se puede tocar la vida, la vida de cada hombre la lleva Dios.

Al enfermarme con 5 meses de embarazo, la razón daba como único remedio un aborto, pero Dios nos dio otra opción, confiar, algo que es duro cuando la vida misma está en juego, pero este acontecimiento es para ver la gloria De Dios.

Decían que yo moriría o que el niño moriría, pero el Creador mostró otro final. Di a luz el 20 de marzo y los médicos dijeron que no viviría 2 horas, para sorpresa de todos vivió 18 días, el médico dijo que era un milagro, pues Damián José no se dio por vencido. 

Solo lo cargué una vez, el día antes de morir, ya sin nada conectado y casi listo para salir del hospital, más este hijo no era para mi sino que era para Dios. Entendí el sufrimiento de la Virgen María cuando le profetizaron que una espada le atravesaría el alma, pues fue la primera en llevar un hijo que no era para ella. Ha sido un proceso muy doloroso, sin embargo sufriría el doble de lo que sufrí por cargarlo otra vez, bendigo a Dios desde el fondo de mi alma por darme la fuerza de no abortar a mi hijo por miedo a la muerte.

Damián me enseño a luchar, a seguir aun sin fuerzas, a confiar en Dios aun sin entenderlo, a ser libre, a entender que no tengo tanto tiempo como pensaba, a vivir el hoy.

Mi hijo no solo vino para mi, también vino por otros que quizás seas tu que lees este mensaje, que no encuentras sentido a tu vida, que sientes que no tienes nada ni a nadie, que te cuesta tanto salir de tu zona de confort y hacer algo por tu vida, que estás empeñado en tener dinero para ser “feliz”, en fin para quienes viven en la inercia de los días. Aprovecha el regalo de la vida, desempeña la misión para la que fuiste creado. 

Francisca Gerónimo