Apotegmas de los padres del desierto

Iniciamos una nueva serie dentro de este boletín, con algunas frases que han dicho los Padres del desierto, que eran monjes que vivían apartados de todos, en las montañas del desierto de Egipto. Ellos oraban y trabajaban, viviendo en soledad. Pero de vez en cuando, eran visitados por algunos que necesitaban escuchar una palabra de ellos. El primer padre que conoceremos por su sabiduría es Agatón.

«Se decía que algunos fueron al padre Agatón, pues habían oído hablar de su gran don de discernimiento para ponerle a prueba y ver si cogía piques le dicen: “¿Eres tú Agatón? Hemos oído decir que eres fornicador y soberbio”. Responde: “Sí, es verdad”. “¿Eres, Agatón, chismoso?” “Lo soy.” Dicen de nuevo: “¿Eres tú, Agatón, hereje?” Responde: “No.” Le ruegan: “Explícanos porque cuando te acusamos de cosas tan graves las aceptaste y sólo ésta no la has soportado.” Les dijo: “De las primeras me acuso yo mismo y es útil para mi alma, pero la herejía es separación de Dios y yo no quiero se separado de Dios.” Al oír esto admiraron su discernimiento
y se fueron edificados».